Saluda Alcalde de Sevilla
Ya es Semana Santa en Sevilla. Que sencillo y vertiginoso a la vez. Una frase tan rotunda, tan natural y cotidiana, pero que rasga nuestra memoria con solo pronunciarla en nuestros labios. La ciudad se viste de gala y el cielo alarga los días como metáfora del tiempo que vamos a vivir y a soñar. Y es que sí, Ya es Semana Santa en Sevilla. Comienza el tiempo del gozo, de la memoria y de la verdad de todos los sevillanos. La Semana Santa es el escaparate de nuestra vida que vuelve por primavera a mostrarnos lo más hermoso de una ciudad que es hija, madre, hermana y confidente.
Con estas palabras arranco mi saludo más afectuoso a todos los lectores de la Revista Escaparate, publicación imprescindible en estos grandes días de la ciudad y que forma parte de los iconos que marcan y anuncian los días que vamos a vivir inminentemente. La Semana Santa ya está aquí y ponemos en estas líneas el punto de arranque a los días más hermosos del calendario en Sevilla.
Quiero trasladaros que desde el Ayuntamiento hemos hecho un importante esfuerzo para que todo salga a la perfección. Redoblaremos esfuerzos en materia de seguridad, movilidad, de limpieza y de organización para que lo importante, nuestras cofradías, realicen su estación de penitencia con totales garantías y que, todos los sevillanos, la vivan como los días grandes que son.
Pero, si me lo permiten, entro por unos segundos en el rincón de la memoria. Hoy os quiero contar la historia de mi abuelo Afrodisio. Nació en Oncala, un pueblecito situado en el noreste de Soria, el 14 de marzo de 1909. Muy pequeño, con 13 años, su familia lo manda a Sevilla a buscarse la vida, como hacían muchas por aquella época. Mi abuelo se vino en autobús con una perra gorda y se colocó como dependiente en un comercio de la calle Azafrán, ganando un sueldo de una peseta a la semana más comida y cama. Años más tarde, se fue a vivir con su tío Simón Sanz, propietario de la famosa tienda de «El Bacalao» en la esquina de Placentines, donde trabajó como dependiente y le abrieron la primera libreta de ahorros. Un establecimiento que dio el popular nombre a la Cuesta de Argote de Molina que es hoy un punto fundamental de cada Semana Santa.
Después se estableció por su cuenta en una tienda de ultramarinos en calle Huelva 52, que le puso el nombre de ‘La Granja’. En esa zona existían ya dos tiendas de comestibles (Casa Nicolás y El Danubio). Sin embargo tenía buena clientela, coincidiendo además con la época del racionamiento. A finales de los años 40 compró el edificio de calle Alfalfa 9, donde existía una tienda de comestibles llamada ‘Las Dos Patrias’, que sustituyó por ‘La Granja’. Su arraigo a la Alfalfa le hizo hacerse hermano de San Isidoro y la Candelaria. De las dos que soy hermano, junto a mi familia.
Por eso, este niño de la Alfalfa, que se crió en las cofradías de la mano de su abuelo, vuelve a revestirse de nazareno blanco de la Candelaria; este adolescente que aprendió a amar a su ciudad en cada día de la Semana Santa, volverá a lucir el ruán de siglos como nazareno de un Señor de las Tres Caídas que es faro de mis días. San Isidoro en la memoria y luz de San Nicolás en el amor a los que se me fueron y los que me acompañan en cada decisión, en cada paso al frente y en cada ‘arreón’ que nos presenta el destino. Esta es la verdad de nuestra Semana Santa, de esta ciudad que nos vuelve a regalar el azul de la primavera más hermosa del mundo, la de nuestra ciudad, la de los días del gozo que firmó como nadie el maestro Antonio Burgos.
La revista Escaparate forma parte indisoluble del día a día de la ciudad que tiene uno de los más hermosos escaparates en la Cuaresma y de los días grandes de la ciudad. La revista social del Sur de España, un lema que lleváis a gala y que os hace únicos en Sevilla, esa dama a la que tenéis perfectamente cogida la medida y que se retrata en cada uno de los rostros que aparecen en estas imprescindibles páginas.
Por ello, esta celebración no se entendería sin los renglones de esta publicación que vuelve a ser física cuando los Palcos de la Plaza de San Francisco relucen esplendorosos. Ya es Semana Santa, el tiempo que nos lleva de nuevo a la infancia y a recordar a los que se nos fueron, son los días de la emoción y de disfrutar en las calles de la celebración más hermosa que tiene esta ciudad. La Semana Santa es también tiempo de oración y de recordar la Pasión y Muerte del Señor que volverá a tener el feliz fin de la Resurrección, fundamento de todos los católicos.
Los acordes de la marcha “Macarena” de Abel Moreno volvieron a sonar en el Maestranza con un inolvidable pregón de Juan Miguel Vega, símbolo inequívoco de que la Semana Santa se nos ha echado encima. La viviremos con intensidad y emoción, volveremos a salir a la calle para anunciar, la muerte de Cristo y el gozo de la Resurrección del Señor. Desde el Ayuntamiento, os garantizo, que nos dejaremos la piel para que sea inolvidable.
Estamos en los días grandes de Sevilla. Gracias por seguir anunciándolos con vuestras páginas. Santa Cuaresma y feliz Semana Santa
José Luis Sanz Ruiz
Alcalde de Sevilla
