La Ermita de San Sebastián aparece en los primeros repartimientos de tierras de los Reyes Católicos en 1485 tras la conquista de Alhaurín. En ella se venera la imagen de San Sebastián, patrón de Alhaurín, y la de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Se trata de un edificio de planta rectangular con ábside, con un presbiterio en posición elevada. Cuenta con dos sacristías laterales, una destinada a almacén y Sala de Juntas, y una planta construida en 1978 donde está la sede de la banda de música de la Hermandad.

En 1995, bajo el Hermano Mayor Santiago Carnero, se realizó una restauración completa de la capilla: picado y enfoscado de paredes, pulimento de mármol, decoración y dorado del retablo y camarín, arreglo de la sacristía, reparación de cubierta y colocación de pinturas murales alusivas a la caída de Jesús con la cruz y a la resurrección.

En la sacristía hay una lápida funeraria de 1821 de D. Bartolomé Costello y Fallón, natural de Irlanda, que estuvo en el suelo de la Ermita hasta la Guerra Civil.

Ermita de San Sebastián: historia, restauración y devoción centenaria en Alhaurín