“Confío en que triunfe el sentido común, el valor de las fuerzas de los pueblos, que no se ponen de perfil, que es una forma más de rendirse ante la tiranía”
Hilo estas palabras en estos días del ecuador del verano oficial y el inicio para gran parte de todo hijo de vecino mientras veo y releo lo que acontece en la actualidad en el mundo más cercano y doméstico y el que acontece en el mundo global. En el plano internacional, me conmueve el Pueblo de Venezuela. El socialismo radical no deja una sola nación fuera de la absoluta miseria. Eso está más que demostrado. No hay país en el que entre el populismo en el que no acabe dejando hambre y miseria. Esta revista es de vida social. Es cierto. Pero me cuesta muy mucho hablarle de otras espumas, flores y natas con lo que estamos viviendo casi en tiempo real, gracias a las redes sociales. Un país donde un pensionista cobra mensualmente lo equivalente a cuatro euros, siendo rico natural y geográficamente, está llegando al colmo del Pueblo que es soberano. Venezuela está en la calle donde a estas alturas ha alcanzado unas cotas de hábitos antidemocráticos en nombre del Pueblo paradójicamente por parte de sus gobernantes que pone las barbas a remojar de los que vemos algo más allá de lo que tenemos inmediatamente a un palmo de nuestros ojos. Venezuela está llamado a ser un país próspero y rico por su patrimonio natural y estratégico. Sin embargo, el saqueo al que lleva sometida años por parte de los defensores de las clases obreras en papeles es de poner el vello de punta. Veo las declaraciones de la gente de la calle, de la líder María Corina Machado, suplicando casi el abandono de las armas de la guardia nacional a pie de calle y me conmueve. A riesgo de poder ser detenida que, ante una dictadura como la venezolana, incluso fue casi ocultada en su ejercicio de ejercer libremente su derecho al voto. Esta revista la maqueta muy dignamente y con gran profesionalidad una rigurosa y españolísima ya venezolana que huyó de la bella Venezuela buscando un futuro esperanzador en la Madre Patria España. Creo que es obligado por mi parte manifestar en estos días y a estas horas todo nuestro apoyo al Pueblo de Venezuela, por la libertad y la prosperidad de su gente, nuestros hermanos venezolanos, con los que tanto compartimos desde hace siglos, más allá del idioma y el sentir latino que nos une a través de los siglos. Es un ejemplo como el Pueblo de Venezuela reacciona a estas horas en la esperanza de alcanzar la dignidad y las garantías democráticas que les han sido saqueadas en nombre de la libertad. Espero y deseo que la voluntad del Pueblo sea la que decida el futuro inmediato, que las grandes potencias hagan suya esta lucha y pongan en marcha toda la maquinaria de Occidente a favor de Venezuela para que salgan de este mal sueño de los secuaces de Chávez y ahora de Maduro, que siguen desvalijando sus recursos. Otro día hablamos de Zapatero y Maduro. Eso necesita más oxígeno por mi parte, porque como español, siento vergüenza de estos patanes chupósteros con dureza estomacal al nivel del acero.
EL SOCIALISMO RADICAL NO DEJA UNA SOLA NACIÓN FUERA DE LA ABSOLUTA MISERIA”
Aquí en España, nada nuevo bajo el sol del abrasador verano. El trozo grande de la tarta de nuestra atención y desazón o hartazgo se lo lleva el Jefe del Ejecutivo. Un presidente incapaz de mantener la palabra más de tres segundos. Valedor de una habilidad bárbara para razonar en su contra a dos días de distancia, sin que le tiemble el pulso, con unos aplaudidores de muy baja calaña y peores formas que espero que la memoria, esa de la que tanto hablan de forma muy facilona, les haga pasar por caja en la opinión del futuro más cercano de los españoles de a pie. Si las concesiones a fondo perdido, saltándose los pilares del Estado o, mejor dicho, aplastándolos a pisotones, habían sido pocas, ahora su mujer se encuentra rindiendo cuentas ante la Justicia, acusada por presunta prevaricación. La rubia menos rubia acabó dando la cara y salió rana. En otros lados del tablero habría contenedores ardiendo en las calles en un “basta ya” orquestado por la Progresía, Reina de la Calle más incendiaria. Sánchez, se encuentra entregado a la represalia con jueces incómodos y a manos llenas ante el independentismo catalán menos escrupuloso, con un fugitivo de la Justicia a punto de entrar de rositas en España. Sánchez no solo se ha miccionado oficialmente sobre guardias civiles y policías nacionales que se dejaron la piel en una Cataluña inconstitucional y bárbara de 2018. Pedro I “El Mentiroso”, con tal de mantenerse un día más en Moncloa, ahora quiere ceder hacia la barbaridad de una Hacienda Catalana, contraria de forma natural a la igualdad entre territorios de España que logró con nota alta los padres de la Transición y la Constitución Española del 78. En este marco, poco podemos hablar de manteles de hilos y flores de nata, porque poco nos deja de margen para soñar en una España que logró ser ejemplo en el mundo de transformación y competitiva en tiempo récord en los primeros puestos del mundo occidental.
Esto debe romper alguna vez. Confío en que triunfe el sentido común, el valor de las fuerzas de los pueblos, que no se ponen de perfil, que es una forma más de rendirse ante la tiranía. El liderazgo de nuestras naciones debe recaer en verdaderos hombres y mujeres de Estado, con valores para que todo quede en un mal sueño, también de verano.