En las callejuelas empedradas de Sevilla, donde las sombras danzan al compás de la luz de las velas y el aroma a incienso se funde con el susurro del viento, la Hermandad de la Estrella brilla con un resplandor único. Celebran este año el 25 aniversario de la coronación canónica de María Santísima de la Estrella a manos de Monseñor Amigo Viejo, arzobispo de Sevilla, un hito histórico marcado por una agenda apretadísima que se lleva cociendo a fuego lento con mimo y esmero desde hace un par de años.
En el corazón de esta Hermandad, entre la devoción y la tradición que impregnan cada rincón, se encuentra Carlos Martín, el Hermano Mayor, cuyo espíritu guía y liderazgo inspira a cada paso de la cofradía, en un año tan esperado e importante para los “estrellistas”.
Una figura cuya vida se entrelaza desde hace tres años con los hilos de la fe y la profesión, y que siguen su estela hoy sus hijos y sus nietos. Más allá de las procesiones y los pasos que desfilan con solemnidad, Carlos es también otorrinolaringólogo, y combina su profesión con su vocación por la Hermandad, una dualidad que enriquece su alma y su trayectoria.
¿Qué significa para usted ser Hermano Mayor de La Estrella?
Es un anhelo para los que nos hemos criado en la Hermandady hemos crecido con ella. A mi mujer la conocí en la Hermandad. Es mi segunda casa. Es una responsabilidad muy grande pero un verdadero honor. Eso precisamente le quería preguntar, un honor y una responsabilidad enorme, imaginoEs un honor porque tiene momentos maravillosos, pero también conlleva una responsabilidad por tener que tomar decisiones que a veces no son agradables para todo el mundo, pero si está algo claro, es que tengo que mirar siempre por el bien de la corporación.
¿Cuántos años lleva ya como Hermano Mayor de la corporación?
Va a hacer tres años en verano
¿Cuándo comenzó su vinculación con la Hermandad?
Desde que era un chaval, con unos diez años aproximadamente. Por un amigo en común que era de La Estrella, porque mi familia no era de ninguna hermandad, vivíamos aquí en Triana, pero no habíamos estado vinculados a ninguna hasta entonces. Desde ese momento empecé a venir por aquí, a pasar tiempo con los chiquillos, a limpiar la plata, a asistir a las convivencias y me acabé quedando.
¿Diría usted que siente una devoción especial o diferente al ser hermano de una corporación trianera?
Bueno, en Triana ya simplemente tenemos una forma especial de vivir, es nuestro barrio, nuestra Semana Santa, nuestras fiestas… No sólo como Hermano Mayor, como ciudadano de a pie creo que tenemos otra alegría, otra forma de disfrutarla, hasta de salir a la calle en Semana Santa, ese “pellizquito” que dicen los artistas.
Este año se cumplen 25 años de aquel 31 de octubre de 1999 en el que María Santísima de La Estrella fue coronada canónicamente a manos de monseñor Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, por aquel entonces. Se dice pronto.
Efectivamente, fue un momento maravilloso. Lo recuerdo perfectamente, fue una ceremonia súper organizada, salió todo perfecto, un tiempo primaveral y caluroso a la vuelta. Hubo nubarrones a la ida, pero La Estrella siempre ha estado vinculada a circunstancias un poco especiales, y acaba saliendo airosa. De ahí “la valiente”.
El 31 de octubre se lleva a cabo la salida extraordinaria por el aniversario y el 2 de noviembre la Virgen de la Estrella regresará en procesión extraordinaria a su capilla en Triana. ¿Mucha emoción entre los hermanos y la corporación?
Pues sí, tenemos un triludio previo en la parroquia, que eso hace unos años era impensable. Después de eso la trasladaremos a la catedral el 31 por la tarde, haremos la fusión al día siguiente y volveremos el día 2 para Triana.
¿Con unos preparativos que llevan organizándose durante muchos meses?
Sí, por supuesto, desde que entré de Hermano Mayor se lleva hablando de lo mismo. Además, van surgiendo más cosas, como exposiciones de cerámicas, conciertos, mesas redondas, y demás actos que tenemos organizados y estamos trabajando sobre ellos.
El sábado 17 de febrero se llevó a cabo el traslado del Cristo de las Penas y la Virgen de la Estrella a San Jacinto para dar comienzo a la Cuaresma, ¿cómo se están preparando desde la corporación para todos los cultos programados?
Bueno, con toda la vorágine de la Cuaresma los actos se multiplican y no se puede llegar a todo, toca dividirnos y asistir representantes de la Hermandad a los distintos actos. Un mes maravilloso pero difícil para cuadrar agendas.
Una de las novedades de la Hermandad este año ha sido la banda, la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz acompañara por primera vez el Domingo de Ramos al Jesús de las Penas. ¿Qué le parece esta incorporación?
Sí, muy bien. Como novedad este año decidimos hacer un cambio de banda y apostar por Rosario de Cádiz, algo muy novedoso y atractivo además para los cofrades. Su elección se ha debido a que la banda es muy buena, y desde la Estrella no podíamos ser menos, merecemos algo a la altura, siempre hay que ir a mejor si es posible. Además, se adapta mucho a nuestro estilo, se barajó otras bandas, pero no eran tan del estilo de la cuadrilla, la idiosincrasia, la imagen y la puesta en escena de nuestra Hermandad en la calle.
La formación va a tocar la marcha de “El rezo” de Manuel J. Guerrero que se estrena aquí, ¿emocionados con estas novedades?
Sí, la banda está casi o más ilusionada que nosotros y van a hacerlo el domingo que hacemos la función principal de regreso a la capilla, y vamos a aprovechar para que la toquen en la puerta de la Hermandad. Yo creo que va a ser muy trianera. La marcha del palio sí que la he oído y va a sorprender porque es muy “estrellista”, creo que va a gustar mucho.
El domingo 7 de abril se va a llevar a cabo el 350 aniversario de la fusión entre la Hermandad de las Penas y la Hermandad de la Estrella, que dio lugar a la actual corporación, ¿qué más nos puede contar de este acto y su importancia?
La justificación de la fusión de la historia de la Hermandad es que la Hermandad la fundaron los mareantes, la gente que se dedicaba al mar, y que no podía prestarle mucho tiempo, por lo que se fusionó con el Jesús de las Penas, que gozaba de más tiempo, y entre ambos poder dedicarle tanto los cultos como la atención que le prestaban a la capilla. Son dos imágenes súper potentes de la Semana Santa con mucho valor artístico, devocional y estético.
En lo que va a consistir ese día es un desfile con motivo del 350 aniversario en la Iglesia de Santa Ana, aprovechando la función de San Francisco de Paula, como un día de acción de gracias por la fusión de las Hermandades.
La comisión artística y cultural de la Hermandad va a llevar a cabo también una exposición en septiembre con motivo del 25 aniversario, entre otras de las muchísimas actividades que se están llevando a cabo este año, ¿en qué consiste esa exposición?
Pues estamos teniendo ya algunas misas de confraternización con distintas hermandades, de la Estrella de otras localidades… Hay muchas hermandades con vocación por La Estrella. Ahora lo próximo son esas misas, reuniones y charlas de mesas redondas y conferencias. Aunque lo fuerte viene en otoño, pues se presentará el cartel en abril del aniversario de coronación y ya la exposición en Cajasol, del 19 al 28 de septiembre y otra exposición en el centro de cerámica, en colaboración con el Ayuntamiento sobre los retablos de las imágenes de cerámica de la Hermandad sobre la que estamos trabajando ya. También habrá conciertos, mesas redondas en el mercantil o en la parroquia. Terminaremos con la veneración conjunta, un anuario y una película que se está grabando ya y que con los medios actuales va a ser espectacular.
También con motivo del aniversario se ha considerado la idea de hacer un logotipo conmemorativo distintivo de la Hermandad para los diferentes actos, que se pueda utilizar en las comunicaciones de esta durante todo el año. ¿Qué le ha parecido este diseño?
Me parece muy vanguardista y muy apropiado. Es una imagen de marca, hemos utilizado algunos de ellos para la correspondencia o las banderolas, pero éste se va a utilizar para merchandising, para camisetas, sudaderas, bolsos… Hay un espectro muy grande de Estrella y se utiliza en todos los objetos para su venta.
Se entiende que va más allá de la corporación y lo podríamos considerar como una estrategia de marketing, ¿no?
Efectivamente, cambian los colores, el diseño, la combinación,
cambia la estrella, va más allá de su uso exclusivo como figura de la Hermandad.
Además, las actividades culturales se están enfocando especialmente en los jóvenes, con las vigilias, las convivencias…
Sí claro, además queremos hacer un encuentro muy bonito en septiembre para reunir a toda la juventud de las Hermandades de la Estrella de toda España. De Elche, Toledo, Córdoba, Ávila… Los jóvenes son el presente y haremos unas convivencias, misas conjuntas, actividades religiosas y charlas con ellos.
¿Una iniciativa para acercar a los jóvenes con las hermandades de toda España y fomentar los lazos entre ellos?
Sí, precisamente la junta de Gobierno está haciendo una labor magnifica, buscando ya un lugar para alojarlos, para pernoctar, unas actividades en la parroquia o una misa en el campo. Aún quedan cosas por cerrar, pero nos hace mucha ilusión este encuentro y esperamos que a ellos todavía más.
En la Hermandad están llevando a cabo un proyecto benéfico muy bonito, que es la construcción de un centro social en Triana. Cuéntenos un poquito más de esta labor.
Sí, ya está la obra acabada y estamos pendientes de su apertura. Hay que dotarlo y se estrenará en cuanto esté a punto. Es muy emocionante e importante porque va a ayudar a muchas familias con el tema de la alimentación y va a dar cabida a los niños que necesiten apoyo psicoafectivo, pedagógico y a gente socializada sin medios para hacer clases de recuperación. Habrá escuela infantil y zona de alimentos para las familias que es donde se va a centralizar la ayuda. Tenemos un grupo de niños grande y gracias a el Colegio El Rosario estamos allí dando las clases por el momento, y en cuanto se abra el Centro Social Virgen de la Estrella se trasladarán allí, que es la obra social de la Hermandad por el aniversario de la coronación.
Una satisfacción enorme estar al frente de todos estos actos, imagino
Claro, esto es cada 25 años, por eso lo estoy disfrutando tanto. No sé si dentro de otros 25 seguiré al frente, que ya vamos teniendo más edad (risas).
Estas efemérides son muy buenas porque estimulan a los hermanos, a la unión, a la participación. Este año el traslado ha sido súper numeroso, la razón de ser nuestra es la Iglesia, somos una entidad religiosa y yo quiero que todo hermano participe tanto por las bandas como por el gusto religioso.
¿Esta vocación por la hermandad se ha visto trasladada a sus hijos y sus nietos?
Por supuesto, es verdad que mis hijos lo han vivido menos porque yo he sido medico militar y había temporadas que vivía en Madrid, por lo que no tan de pequeños han sido partícipes, si no más de mayores. Mis nietos sí que desde que han nacido están ya vinculados con La Estrella.
Precisamente le quería preguntar sobre su relación como Hermano Mayor con su profesión como otorrino, ¿cómo lleva combinar trabajo y vocación?
Lo llevo bien, lo de ser otorrino lo tenía bien claro desde siempre. A decir verdad, la Hermandad la llevo con menor responsabilidad, porque la salud de la gente es lo más importante y siempre hay imprevistos y siempre hay que hacer un hueco. Yo sé cuando acaba el quinario, pero no sé cuando acaba una consulta, y al final estresa, porque es complicado organizarse y dejar cosas pendientes.
Por último, ¿se arriesgaría a elegir por devoción entre el Cristo de las Penas o la Virgen de la Estrella?
¡No puedo elegir! Es como decidir entre mi padre y mi madre.
Yo he estado muchos años con el Cristo, pero la Virgen me encanta. Son nuestras dos devociones. Ser Hermano Mayor te obliga a ir más con la Virgen, pero yo este año en la ceremonia voy con el Cristo y lo que yo quiero es que Santa María la Estrella y su intercesión llegue a estar junto a Nuestro Padre el Jesús de las Penas algún día. Esa es nuestra meta.
Texto: Carlota Hortelano
Fotos: Gerardo Morillo